6/11/08

Sobre la creación...
La autoridad, cuando hablamos de creación, ya no es mando ni dominio, sino que se parece más a una tecnología del yo (en el sentido de Foucault), a un borrarse y desaparecer (en el sentido de Blanchot), a una renuncia. El escritor se somete a la obra y gracias a esa sumisión la obra puede vivir. El autor, el verdadero autor, no tiene (ni tuvo mientras se sometía a ella, mientras la creaba) potestad sobre su obra. En el proceso mismo de su creación fue siendo paulatinamente excluido de ella hasta que, al completarla, se consumó el destierro.
El instinto del creador consiste precisamente en reconocer que la obra necesita de su destierro, que debe retirarse para que ella viva.
(Rendir el sentido, Juan Arnau, Ed: Pre-Textos)

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